miércoles, 10 de junio de 2015



Ah hermoso en el cielo con diamantes!
Todos los abrazos del mundo para vos, un sol cimbrando en las noches, las canciones preferidas envueltas en papel celofán arcoiris, amor en forma de amapolas en flor, la miel de la mañana marcando el ritmo del tiempo con la forma de tu dulzura.

Sí, amor y marea, coral de tus huesos renovados, porque estás en mí, crecido en mis cimientos, yo tu coraza para contener tu carne que puja su luz al mundo. Porque todo amor es para siempre: eterna evolución de un trazo vivo.

lunes, 18 de mayo de 2015




Carved

And this is it: the perfect feeling of the in-betweens: to float in the gentle ignorance of the spring days, blessed.
Was not this the peak we wanted to attain? A perceived happiness made of rags. If the surface is luminous enough, if the wind lets us be in our house of cards
then
why to question, why to dig further, why to scratch the reflex of the mirror? Let it be:
our house of cards and the smooth surface of the lake -who wants to eat from its heart of ice anyway, my dear?
/our traps and truces, the meltdown of promises, the scent of something dark coming from behind the mirrors are whispers from dreams we do not talk about but enclose in the chest of small dolls of wood instead; we take then the dolls and bury them in the heart of the forest where no one can trace our fears but the hunter who's far away behind Orion.
Because if we fall in the depth of dark waters, nothing can stop it: not my words nor your lies and no compasion will save us from be bashed out into the cold.
/The hunter is old enough to know that and has no need of carving more pain in our flesh.

Let it be then:
let the naked tongue of our silence crop us together. Let the violets' scent unfold the neglect of death and betrayal. I'll bake bread under the stars and you'll pour wine and milk to stay another season beside me. You pretending you understand my language, me pretending I do care about it meanwhile we eat from the black bread and drink the sour light, 
                                                                           blessed in this gentle ignorance.


lunes, 9 de marzo de 2015

La pregunta

Voy al jardín buscando sosiego
luego de haber narrado a mi hija
las heridas de un país que no me vio nacer
y de haber sostenido su dolor
y haber oído su pregunta
                   por qué, por qué
sabiendo las dos
que mis respuestas explican lo evidente
pero no lo obvio, que es
inasible.
Bebo de mi vino y miro el jardín en la noche
sabiendo que por mucho que abra los ojos
la negrura que me azota en el sueño procede de otros
confines.
El cielo, las estrellas, nada tiene sentido

el arrullo de un pájaro se alza:
                                 es primavera
la vida pronto se abrirá paso a torrentes sobre la tierra.
Quizás la respuesta es el ciclo: fin y principio y fin y principio.
Un sorbo más: sé que no es tan sencillo.
Pero mi sangre pulsa bajo la dermis. Una confirmación.

No responde la pregunta, pero cómo alivia.  

lunes, 2 de marzo de 2015

Moras

cuando los indicios no
suficen 
para evitar perder 
pie
vuelvo el cuerpo
al jugo violeta de las
moras, aplastando
el pecho contra esa
pulpa
dulzor, eco
carne pegajosa, labios
heridos en el
azúcar,
porque si cuando la
noche se
cierne en la
corola de toda
esperanza
y aprieta su ahogo
dibujando un círculo de
carbón y piedra
para expurgar el
aire de los
pulmones,
aún en ese
estertor oscuro, indeciso
tendré el dulzor,
vestigio de beso y calor
para que ahí en la
soledad de no esperar
más nada
renazca el deseo
semillas mínimas contra el pecho
anidando aún en la
apnea
dando de sí
para que el hilo
siga tejiéndose en el
aire
la

    diáfana muselina protectora.



domingo, 15 de febrero de 2015

estrellas despiertas en la noche

Entonces con la boca mirando al cielo, un poco de infancia escapa de la garganta
El ojo abierto a lo que vendrá, la mano abierta a lo que vendrá, el cuerpo listo para ser sembrado luego del barbecho
Lo atado al tronco de la desidia se desatará librando lo muerto, cantaremos todos una canción nueva, una alabanza a lo venidero, una oración a lo que aún ido, permanece viajando en la memoria de la sangre –abuelas entretejidas, mapamundi de historias atravesándonos, ribera con sus puentes para cruzar y saber mirar desde el lugar del otro, ubicando el pie en la huella prójima
Mis hijas adornadas con los brazaletes de una risa primigenia, cascabel y adorno, pluma de coatí que encanta la miel de la selva en el corazón de la estepa escandinava
Ellas dominan el arte de dividir el agua en dibujos de nervadura para que los insectos y las personas hallen la gota exacta que el cuerpo necesita para avanzar un paso más, el definitivo hacia la lumbre que circuncida la oscuridad, dejándola sin techo, porque se ha de habitar una casa sin techo para poder contemplar las estrellas despiertas en la noche y entonar los cantos de alabanza que enseñaron los antiguos a muchachitas como mis hijas, que adornadas en la espuma de los días, cantan y bailan los secretos aprendidos, para que sean de todos, como el pan y la paz, como la palabra dada. 

sábado, 14 de febrero de 2015

santas catástrofes!*



el pequeño ángel con alas de codeína vino a mí

canta canta, dijo, mordiendo la parte blanda de mi ingle, alto más alto, dijo

yo grité y trepé las notas agudas y sé que dije obscenidades al

angelito mordedor que sorbía mi linfa con los dientes hincados

la carne es pasajera, dijo limpiándose la comisura derecha, ha de ser sacrificada cada tanto

para quién, por qué, quise preguntar pero la maratón de grito y linfa y tarascones me había

agotado

puto tu sexo angelical, llegué a escupirle mientras batía sus


alitas de codeína, alejándose de mí

jueves, 5 de febrero de 2015

Prácticas


Me senté y lloré a la luz del sol en la mañana

No porque tuviera motivos, aunque motivos no faltan sino por

higiene del alma: de tanto no llorar, se van juntando arenisca y dureza en lugares raros y

los gestos de ternura ganan en tosquedad,

porque todos sabemos que la ternura se genera alli donde se mezclan

la pena, el amor, la esperanza.

Por eso, para seguir queriéndote, queriendo todas las cosas, amando los hilos que me anudan

a lo vivo y a lo muerto que sigue vivo en mí,

me senté a llorar sobre los pliegues de la mañana.